¿QUIÉN PUEDE SER VÍCTIMA?

¿Qué características tienen las víctimas del bullying? ¿Cualquiera puede ser víctima?

Pues sí, cualquiera puede ser víctima.

Recuerdo haber escuchado tantas justificaciones a este respecto: "se meten con él porque lleva gafas o porque está gordito". He conocido muchos niños víctimas de este tipo de abusos, gorditos, flaquitos, con gafas, sin ellas, etc. Yo misma, a los diez años, comencé a sufrir los agravios de un compañero de clase al que poco después se unieron parte del resto. Durante mucho tiempo estuve preguntándome que tenía yo o que había hecho para merecer aquello. Hasta que al cabo de los años, curiosidades de la vida, terminé trabajando de psicóloga en una clínica infanto-juvenil y realizando un curso de habilidades sociales para adolescentes. En aquel grupo de chicos y chicas de entre 10 y 15 años, de una forma o de otra, en mayor o menor medida, todos estaban sufriendo malos tratos por parte de sus compañeros en el colegio. Aquel grupo, casi sin pretenderlo, se convirtió en un grupo de ayuda mutua, donde pudieron superar la vergüenza y contar sus experiencias, sintiéndose comprendidos y apoyados por personas de su edad, que estaban pasando por lo mismo. Recuerdo con mucho cariño mi trabajo con ellos: fue maravilloso ver como en los ejercicios y actividades que se realizaban se apoyaban unos a otros, se animaban mutuamente y se felicitaba a la persona que tenia la valentía de contar algo de lo que le estaba sucediendo.



La vergüenza y sufrimiento: el paralelismo con el mal trato de género.

Porque hay que saber que al igual que sucede en los casos de mal trato de género, también aquí son las víctimas las que se sienten avergonzadas. Una chica que ha sido violada, una mujer que recibe malos tratos físicos por parte de su pareja e intenta disimular las moraduras con maquillaje son personas que se sienten avergonzadas como si ellas tuviesen la culpa, aun siendo completamente conscientes de su inocencia. Pues bien…, esto mismo es lo que sucede con estos niños. No solamente es terrible tener que admitir que no tienen amigos, en un momento de la vida en que los amigos son muy importantes, sino además tener que aceptar que aquellos que quisieran tener como amigos los rechazan y no los quieren.
Por eso, cada vez que alguien les pregunta, ellos suelen contestar “sí tengo muchos amigos”, evidentemente sin dar nombres, “juego con todos” sin decir a qué juegos y evitan a toda costa continuar con esa dichosa e incómoda conversación.
Sin embargo, contrariamente a lo que sucede con las mujeres mal tratadas, este tipo de mal trato no está teniendo la misma atención y consideración por parte de la sociedad.



Sensibilidad: La característica estrella de las víctimas

Como he dicho antes, durante mucho tiempo estuve preguntándome qué tienen de diferente las víctimas de bullying. ¿Cuál es la característica que se repite en todas ellas? ¿Qué hace que sean esas personas y no otras el objetivo donde descargar la rabia?

Trabajando con víctimas de acoso pude comprobar que hay una característica que se repite en todas ellas: la sensibilidad.

Todos aquellos chicos y chicas eran muy sensibles, al igual que lo era yo en mi infancia.

La sensibilidad es lo que muestra al agresor que ha logrado su objetivo de hacer daño al otro. Es como tirar dardos y ver que siempre damos de pleno en el centro de la diana. Ver que somos habilidosos en algo nos da seguridad en nosotros mismos, eleva nuestra autoestima, hace que disfrutemos de la tarea y nos motiva a continuar haciéndolo. Por desgracia la falta de sensibilidad, empatía y educación en valores, hacen que ésto se dé en igual medida aunque haya un ser humano sufriendo por ello.

¿Pero qué pasaría si el agresor no lograse sus objetivos? 
Nadie hace burla a un ciego o se desgañita insultando a un sordo, ¿verdad?, y si lo hiciese todos lo veríamos ridículo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario